La Terapia de Movimiento provoca un encuentro con el sí mismo a través de la sensación y la consciencia corporal. Mediante la experiencia, aprendemos nuevas formas habitar nuestro cuerpo, de escucharnos, de posicionarnos en el mundo e interactuar en él. Aumentamos nuestro repertorio de posibilidades. Mejorando la fuerza, la flexibilidad, la respiración y el equilibrio, se reestablece la confianza y se mejora la capacidad de ajustarnos a las situaciones externas y los estados emocionales internos.
Existen muchas terapias integrativas que ofrecen soluciones relacionadas con el bienestar global de las personas: las Flores de Bach, la meditación, la Terapia Craneo-Sacral, la acupuntura, la psicoterapia integrativa, entre muchas otras. En este artículo queremos centrar nuestra atención en la Terapia de Movimiento.
Equilibro y Bienestar Psico-Corporal
Si buscamos la definición de bienestar en el diccionario encontraremos referencias a tres conceptos básicos: el goce de un buen estado de salud, la satisfacción y la calma. Para los especialistas en salud integrativa esta búsqueda tiene muchos componentes:
- Buscamos que el cuerpo y la mente funcionen al máximo de su eficiencia, la inclinación hacia la actividad física y mental placentera, la sensación de vigor, de creatividad.
- Facilitamos en las personas el aumento de la sensibilidad, la flexibilidad, la autoconsciencia y el conocimiento sobre los procesos físicos, mentales y emocionales.
- Ayudamos a las personas a mantenerse en una actitud positiva, segura, a orientarse al placer, a sentirse bien con su autoimagen y su cuerpo.
- Concienciamos de la importancia de quererse y cuidarse a través de un buen descanso, alimentación y ejercicio.
- Entrenamos habilidades para mantenerse en equilibrio y fluir ante las situaciones de la vida cotidiana con armonía: técnicas de relajación, de visualización, de movimiento, de respiración, etc.
Balance: Consciencia y Terapia de Movimiento
Elegí el nombre de Balance para mi método de trabajo como expresión de la suma de factores que componen la salud física y emocional, así como el sutil equilibrio necesario entre ellos.
- Aspectos físico, emocional, mental y energético. Aumentamos la consciencia de estos cuatro sistemas y la relación entre ellos. Mejoramos las posibilidades de reajuste de los pequeños desequilibrios antes de que se produzca un mayor malestar.
- Equilibrio entre fuerza y flexibilidad. Desarrollamos la flexibilidad para aumentar nuestro repertorio de movimiento o de acción. Percibimos a la vez la fuerza de la que disponemos. Experimentamos la firmeza que podemos ejercer sin llegar a excedernos. La fuerza sin flexibilidad se torna rigidez. La flexibilidad si fuerza puede dañarnos. Estos parámetros son válidos tanto en el ámbito físico como psicológico.
- Fluidez y precisión. El excesivo énfasis en la precisión puede llevarnos al sobrecontrol y la tensión. La práctica consciente nos lleva a la sensibilidad y la soltura.
- Movimiento externo y visualización interna. No todo se basa en ejercicios de gran recorrido, en la experimentación del límite. A veces la simple escucha o la imaginación producen cambios mucho más significativos en nuestro cuerpo o nuestra mente.
El mejor modo de entender qué es Balance y cómo practicarlo desde un enfoque integrativo es experimentar una sesión. Puedes contactarnos para una clase de prueba en el árbol ¡Estas invitado!