Pablo Jurado en su primer artículo para el blog el árbol, ¿Qué es el Método Feldenkrais? nos introdujo en el ámbito de la educación somática a través de dos modos de aplicación: en sesiones individuales (Integración Funcional), y en clases de grupo llamadas Toma de Conciencia a través del Movimiento (del inglés Awarnesstroughmovement® o ATM®).
Hoy nos responde a 3 preguntas básicas sobre las clases grupales de Método Feldenkrais.
¿Cómo se desarrolla una clase?
Aunque también se trabaja sentados, de pie (y en otras posiciones), lo más frecuente es trabajar tumbados. Sobre todo al principio. Cuando estamos tumbados los músculos que sostienen la postura erguida no tienen que trabajar y pueden relajarse. Y nos permite estar más sensibles para percibir sensaciones más sutiles.
El profesor va dirigiendo verbalmente la clase. No hace los movimientos con los alumnos por, al menos, dos motivos: para que los alumnos no lleven su atención fuera y puedan mantenerla en sus propias sensaciones, y para que no se hagan una imagen mental del movimiento “correcto” que tienen que imitar sino que busquen en ellos mismos como es ese movimiento en ese mismo instante.
Al inicio de la clase se hace un chequeo para recoger la información inicial.
Después el profesor dirige una secuencia de movimientos. Pero no son ejercicios que se repiten sistemáticamente una serie de veces, sino que son propuestas para que cada persona explore a través de sus sensaciones. Sensaciones que aportan información tanto de las partes del cuerpo (y de su relación entre ellas) como de la experiencia subjetiva de cómo las vive.
Se va alternando los movimientos con momentos de pausa pero no son realmente descansos porque la idea es no llegar a cansarse. Son pausas pedagógicas ya que el sistema nervioso los necesita para aprender mejor, para ir acomodando la información que percibe.
Al final de la clase se comprueba cómo han evolucionado tanto el movimiento como las sensaciones iniciales.
¿De qué manera se hacen los movimientos?
En Feldenkrais se dice que lo importante no es tanto lo que hacemos sino cómo lo hacemos.
Realizamos los movimientos de forma amable, progresiva, con el mínimo esfuerzo, con la mayor atención y escucha posibles. Se fomenta la curiosidad, las ganas de aprender y el disfrute.
Se facilitan unas condiciones muy similares a las que tuvimos en nuestros primeros aprendizajes siendo bebés. De esta manera las partes del sistema nervioso encargados de nuestro equilibrio, coordinación, postura y verticalidad, movimiento, respiración,…pueden aprender sin necesidad de un control del pensamiento. Por eso se le llama aprendizaje orgánico.
¿Qué conseguimos con esto?
Le damos la oportunidad al cuerpo de descubrir cuales son sus posibilidades de movimiento, hasta donde puede llegar de manera bien organizada. Y donde aparece la tensión, el esfuerzo, el dolor. Y le ofrecemos nuevas (u olvidadas) opciones para que, al ampliar su repertorio de posibilidades, pueda mejorar su capacidad de acción y adaptabilidad.
Es decir que con Método Feldenkrais nos movemos mejor, aumentamos nuestro rendimiento con menor esfuerzo, desarrollamos la sensibilidad y la capacidad de auto-escucha y de autogestión.En definitiva aprendemos a relacionarnos con nosotros mismos de una manera más amable y eficaz.
Pablo Jurado
Si quieres descubrir la Toma de Consciencia a través del Movimiento, el árbol organiza cada mes un taller de Método Feldenkrais con Pablo Jurado en grupos reducidos.
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