Consciencia corporal: anatomía en movimiento

Antes de profundizar en cuestiones anatómicas, es importante comprender lo que es la consciencia corporal. Su sentido esencial está en escuchar y comprender nuestro cuerpo en diferentes estados y situaciones, entender cómo se comporta y actuar al respecto de forma controlada. Esta práctica acentúa nuestra capacidad perceptiva y sensitiva con respecto a nuestro cuerpo y mente, propiciando un mejor movimiento corporal.

La anatomía y su funcionamiento en reposo y movimiento

El mapa cognitivo de tu cuerpo

Todos poseemos un modelo mental de cómo es nuestro cuerpo anatómicamente. Hemos construido este mapa en nuestra memoria a través de sucesivas experiencias conscientes de movimiento y de sensación. Cuanto más preciso sea ese modelo, cuánto mejor conozcamos su estructura, naturaleza y mecánica, más facilmente lograremos un movimiento bien organizado, eficiente y fluido.

A menudo las personas tienen modelos erróneos de sus huesos o sus músculos en los que se basan para moverse. Si creemos que una parte del cuerpo no es móvil no identificaremos la rigidez como algo extraño. No intentaremos moverla. Utilizaremos en su lugar otro movimiento con el que estemos más familiarizados.

Este mapa afecta a los movimientos conscientes y controlados, pero también a los automáticos.  Si experimentas una y otra vez nuevos patrones de movimiento dirigiendo la atención sobre ellos, acabarán por reproducirse también de modo espontáneo.

Sistema Nervioso Somático: activación y sensibilidad

El sistema nervioso somático actúa principalmente de modo consciente y voluntario. Regula el tono muscular, el movimiento y la postura, coordinando la acción de los músculos y la sensación de ellos.

La posibilidad de realizar un movimiento o distinguir una sensación depende de las conexiones de  nuestro sistema nervioso. Es decir, depende de los fuertes que sean la sinapsis específicas sensitivas y motoras que  conectan esos músculos y tendones con las áreas corticales del cerebro.

Para mejorar la sensibilidad y cualidad del movimiento necesitamos reforzar esas sinapsis mediante la práctica de ejercicios. Con la activación consciente de estos músculos no sólo mejoraremos la capacidad de reclutamiento muscular (la capacidad de activación), sino también la sensibilidad  corporal (la propiocepción).

La columna vertebral

La columna vertebral cumple tres funciones primordiales: Sostener el cuerpo de modo estable, permitir el movimiento y proteger la médula espinal. Para ello la columna está compuesta de 33 vértebras muy resistentes, separadas entre sí para facilitar el movimiento y huecas para contener la médula espinal.

Cada vertebra presenta una articulación con la superior,  la inferior y pueden ser movilizadas independientemente. La limitación de la movilidad natural en una o varias vertebras repercutirá en el «estrés» o sobreesfuezo de otra superior o inferior, que compensará esos grados de movimiento. Uno de nuestros objetivos más importantes en mantener la movilidad independiente de cada vértebra.

Las vértebras  cervicales, dorsales y lumbares están separadas por discos intervertebrales. Los discos, en combinación con las curvas que presenta las vertebras en cada sector, cumplen la función de amortiguación del peso de la gravedad. Las vértebras del sacro y del coxis están fusionadas, aunque mantienen cierta articulación entre si.

Los músculos

Los músculos realizan los movimientos del cuerpo en el espacio, pero también mantienen la postura, aportan estabilidad articular y estimulan la circulación de los vasos linfáticos y sanguíneos. En los músculos y los tendones encontramos además los receptores propioceptivos que nos darán la información sobre la posición del cuerpo.

Desde el punto de vista de la consciencia corporal se busca una correcta distribución de las cargas en el cuerpo. Para ello mejoraremos la sensibilidad de los músculos posturales y las habilidades de estabilización articular.

La estabilización articular nos permite:

  • Reconocer el rango de movimientos de una articulación y la sensación de fluidez al movernos.
  • Potenciar la relajación diferencial. Cuando dirigimos la activación a los músculos responsables de un movimiento, otros músculos que tienden a su activación automática cuando no son necesarios aprenderán a permanecer en reposo.
  • Por último, la estabilización nos permite movilizar y estirar por segmentos corporales aumentando la consciencia de cada uno de ellos.

Durante el trabajo corporal descubriremos los automatismos de nuestro cuerpo. Corresponden a esas sinapsis fortalecidas frente a otras más débiles. Ciertos músculos de nuestro cuerpo reaccionan ante el mínimo estímulo, mientras que otros necesitan de tiempo y atención para aprender a activarse. Buscamos un nuevo reparto de «tareas». El resultado será el fortalecimiento de las fibras y sinapsis más débiles y  la relajación de las músculos y sinapsis sobrecargados crónicamente. Las articulaciones implicadas en los movimientos de esos músculos también se verán beneficiadas, mediante un retorno a la postura neutra o de descanso.

Además del entrenamiento en movimiento, las sensaciones serán una herramienta básica de aprendizaje. Aprendemos a dirigir nuestra atención al dolor, la incomodidad y la inseguridad  como señales de un uso corporal inadecuado.

La posición neutra o de descanso

La posición neutra o de descanso es la posición más estable y eficiente para mantenerse en pie o realizar un movimiento.

Desde un plano lateral, el peso se ditribuye entre las suaves curvas naturales de la columna vertebral, (curva cervical, dorsal y lumbar) permaneciendo equilibrado sobre el eje de gravedad. La columna se alarga, crece hacia la vertical a través de un  cuello ligero y amplio en sus curvaturas anterior y posterior.

La verticalidad de las piernas seguirá el eje de gravedad, para sostener la pelvis de modo grácil y dinámico. Las piernas se alargan dejando a las rodillas libres para el movimiento.

Los hombros se ensanchan y descansan hacia los lados. La sensación en los brazos es de libertad. La sensación es de amplitud en la distancia desde el pubis hasta la frente y de hombro a hombro. El pecho está relajado.