Desde pequeña tuve inquietudes relacionadas con las terapias de tipo sanitario. Al término de mi formación universitaria como psicóloga, obtuve una visión completa acerca del ser humano, a la vez que me proporcionó estrategias sobre escucha activa, habilidades de comunicación y empatía con el paciente, que me han sido muy útiles en el desarrollo de mi actividad posterior como fisioterapeuta.
Debido a mi relación desde muy niña con el mundo de la danza y del deporte, la fisioterapia siempre estuvo en mi punto de mira. Al finalizar mis estudios en esta disciplina, se completó y corroboró mi idea sobre una visión poliédrica del ser humano, donde cuerpo y mente son parte de la misma unidad que nos constituye.
Durante la formación como fisioterapeuta entré en contacto con el mundo del Pilates, Yoga, Técnica Alexander y otras disciplinas de movimiento. Aquí encontré la expresión de los principios que actualmente implemento en mis grupos de educación postural.
Durante años seguí el método tradicional de tratamiento en fisioterapia, es decir, trataba de forma individual con cada paciente, buscando solución a lesiones y patologías del aparato locomotor; al formar parte de el árbol he tenido ocasión de trabajar el movimiento en grupos reducidos, lo que ha corroborado mi punto de vista de que un buen trabajo de fisioterapia no consiste únicamente en recibir tratamiento de forma pasiva en una camilla, sino que todos y cada uno de nosotros debemos implicarnos de forma activa en un proceso de curación dentro de un marco de vida saludable.
En los últimos años he recibido formaciones de kinesiotaping, punción seca, y sobre todo desde el trabajo de fascias, tratamiento mucho más sutil sobre el tejido conjuntivo, sostén del organismo, he construido una imagen nueva para mí, muy práctica, acerca de la biomecánica y del funcionamiento del aparato locomotor, que me ayuda en la comprensión de patologías y casos que a diario veo en el árbol.
Nº de colegiada 18-5187
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